Tradicionalmente, hemos asociado este producto a la comida de mala calidad, a las grandes cadenas de comida rápida y, sobre todo, a la gastronomía hipercalórica de los Estados Unidos, pero este plato llegó durante la época clásica a la cocina catalana y se consolidó en la Edad Media bajo el nombre de 'raola'. El nombre actual le viene dado por los inmigrantes alemanes del siglo XX, que popularizaron por los puertos de Europa uno de los platos más típicos de su región, el filete de Hamburgo, que despacio se convirtió en la hamburguesa actual. Con estos consejos de cocina os invitamos a hacer vuestras propias hamburguesas con los ingredientes que más os gusten, para romper el mito de que se trata de un plato de mala calidad. ¡Manos a la obra!
Carne de hamburguesa Thinkstock
Para hacer una buena hamburguesa es esencial que la carne que utilicéis sea de primera calidad; comprarla a vuestro carnicero de confianza es la mejor garantía. Las típicas están hechas de carne de ternera, pero aun así puede dar un resultado muy enjuto. Para evitarlo, podéis mezclar un poco de carne de cerdo, lo que aportará un plus de melosidad a vuestra elaboración. Ahora bien, si ya sois unos expertos en hacer hamburguesas caseras, os invitamos a probar nuevas carnes como las de caza, tipo el jabalí o el ciervo, y otras mucho más exóticas, como la de cocodrilo.
'Burger' vegana y brécol Becky Lawton
¡Pues, de frutas! Sí, es muy real, se pueden hacer hamburguesas utilizando única y exclusivamente fruta. Sólo necesitáis un producto, el 'gelburger'. Es un compuesto que permite amalgamar cualquier producto sin necesidad de cocción ni de presencia de proteínas de origen animal. Simplemente, tenéis que cortar las frutas en trocitos pequeños, añadir el hielo y removerlo bien, amoldarlo en aros metálicos y hacia la nevera, ¡así de sencillo! También se puede usar con verduras y otros ingredientes. ¡Despertad vuestra imaginación y empezad a experimentar con este nuevo producto! Las proporciones son: 15 gramos por kilo de producto.
Condimentos de la hamburguesa Thinkstock
Para aumentar el sabor de vuestra hamburguesa, podéis añadir cebolla, perejil, ajo, cebollino… las posibilidades son infinitas. Ahora bien, no todas las carnes tienen las mismas combinaciones, y dependiendo de la que uséis, tendréis que cambiar el aliño. La carne de cordero, por ejemplo, combina muy bien con hierbas aromáticas como el tomillo, el romero e, incluso, la menta.
Hamburguesas Thinkstock
El sistema de cocción de una hamburguesa es similar al de cualquier corte de carne. La parrilla tiene que estar muy caliente para sellar rápidamente el producto y que retenga todos los líquidos. Entonces, hay que bajar el fuego a intensidad media y dejar que se vaya cociendo. Es importante que no la toquéis demasiado, puesto que hasta que no se coagulen todas las proteínas, hay riesgo de que se rompa.
Cuando la hamburguesa se despegue sola de la parrilla, ya se podrá girar. Con un pase por cada cara hay más que suficiente. Si no os gusta que la carne interior quede semicruda, haced la hamburguesa a fuego bajo; así, la superficie no se hará tan rápidamente y el interior tendrá más tiempo para cocerse.
Hamburguesa Thinkstock
© Som * La cultura de tots. Todos los derechos reservados. C/ Premià, 15. 2a planta. 08014. Barcelona.
Con la colaboración de: