Chez Cocó abre las puertas para recuperar la esencia de las rostisseries clásicas. La avenida Diagonal es el espacio elegido para poner en escena este proyecto único y diferenciado en Barcelona. Mosaicos artesanales, ollas de cocer, bancos inspirados en el Oriente Express, tierra en blanco y negro como un azulejo de ajedrez, y la protagonista, una pieza de tres rostidors con un espejo central restaurado del siglo XIX. Las carnes y las aves en plena cocción son las que realmente decoran el espacio y nos muestran las entrañas de la cocina.
Para untar, brandada de bacalao o paté de pimienta. Para pensar en verde, ensalada de tomate de Pachino o de jamón canario. Se suma un pollo Bresse o una codorniz de Las Landas, y de postres, un mundo que vuelve a endulzar la boca con aquellas carretillas de pastelería que llenaban las salas de los restaurantes.
Un conjunto de mapas gastronómicos, épocas y gustos que se combinan para hacer renacer el concepto de rostisseria, con el objetivo final de recuperar la cura de la cocción, la preparación y el servicio de las aves y las carnes.
