Llega el verano y las ensaladas aprovechan para salir del armario y hacerse un lugar en nuestras cocinas y mesas. Un producto muy fresco para una temporada de calor. Pero todavía son muchos los que están estancados y no van más allá de la lechuga, el tomate, la cebolla, las olivas, el aceite, el vinagre y la sal a la hora de hacer una ensalada. Por otro lado, muchas cocinas modernas ya ofrecen algunas muy elaboradas, con sabores y texturas sorpresivas. Y es que es un plato que ofrece infinitas posibilidades, sobre todo si los vegetales se combinan con pasta, cereales y proteínas. Así que tomad nota: os proponemos ocho acompañamientos diferentes para convertir una ensalada de hojas en un plato principal.
- Champiñones y manzana. Láminas de manzana golden, láminas de champiñones frescos, virutas de queso Terròs d'Alba y avellanas tostadas de Reus.
- Bacalao y naranja. Cebolla tierna, naranja, aceitunas arbequinas y bacalao desmenuzado con aceite de oliva virgen extra de argudell.
- Pollo confitado. Pechuga confitada, manzana golden, dados de tocino crujiente, dados de pan tostado, filete de anchoa, piñones tostados y vinagreta suave de crema de queso.
- Granada y membirllo. Granadas, membirllo, virutas de 'serrat' de oveja de Mas Farró, de la Vall de Bianya, robellón botón confitado y vinagreta de frutos secos.
- Hongos negros y queso. Láminas de hongos negros frescos, quesos Sant Quiri, de Mas d'Eroles, y vinagreta de cebolla vigitana.
- Salmón ahumado. Patatas escalivadas peladas y cortadas en rodajas, salmón ahumado y salsa de yogur.
- Gamba roja. Nido de judías finas con gambas del Port de la Selva y vinagreta con la cabeza del crustáceo.
- Frutos secos. Dátiles, avellanas, almendras, nueces, orejones, pistachos picados, pipas de calabaza y sésamo, y una vinagreta de mostaza antigua y miel.