POL MARTÍN DE HARO
30/06/2021Los frutos secos nos encanta. Generalmente la comemos como entrante o aperitivo, pero tiene muchas posibilidades a los fogones, tanto en recetas dulces cómo saladas. Aprendéis algunas curiosidades de vuestros frutos secos favoritos y preparáis la cocina por estas 4 recetas llenas de sabor.
Ñoquis con robellones y salsa de anacardos y perejil / Becky Lawton Becky Lawton
Fruto seco producido por un árbol originario norteño-este del Brasil que los indígenas denominaban 'cajú' y que los portugueses trasladaron a la India por su aclimatación. Uns vez eliminado el caparazón duro y la piel que lo cubre, puede ser presentado crudo, tostado, o tostación y salado en cóctel de frutos secos. La cocina hindú suele utilizarlos también en currys y otros guisos, con la precaución de incorporarlos hacia el final de la cocción para evitar que se ablanden y se deshagan, atendida su textura más blanda. Una textura que permite convertirlos en una mantequilla comparable a la de cacahuete, aunque más dulce.
Nyoquis con robellones y salsa de anacardos y perejil
Todo un clásico italiano que por esta receta prepararéis con agua de remolacha cocida, para absorber su sabor. La pasta de patata se hará con una salsa de anacardos y cerveza, que tendréis que mezclar hasta obtener una textura cremosa. Recordad que es una receta vegana y no todos los productos que usaréis serán 100 % vegetales. Solo tendréis que saltar los robellones con los nyoquis y añadir la salsa y el perejil picado fresco. Una combinación de sabores única e irresistible.
'Pancakes' d'ametlla amb fruita vermella
El paso del verano en otoño marca también el final del ciclo de la almendra y el momento en que la podemos encontrar en estado natural, a pesar de que se suele presentar de otras muchas maneras: laminada, fileteada, en polvo... Puede ser amargo (para perfumar pasteles) o dulce, apta para el consumo directo, tanto cruda como tostada, e incluso, si es tierna, en forma de ametlló. Son dulces a la Marcona, más ancha y redondeada, para turrones, pasteles y leche de almendra, y la Llargueta, estilizada y puntiaguda, para picaduras y postres de músico.
'Pancakes' de almendra con fruta roja
Un postre, que ya os avisamos, no es precisamente ligero. Pero está tan bueno... Las prepararéis con harina de almendra, coco, huevos, levadura y canela. Miráis de dejar reposar la demasiado unos minutos. Cuando las pasáis por la paella os tienen que quedar bien esponjoses. Podéis acompañarlas de yogur de coco, cacao, frutas rojas o unas nueces tachadas. Ahora que hace calor, incluso, podéis servirlas con un helado de vainilla o chocolate. ¡Nyam!
Albóndigas de pies de cerdo y avellana con sepia (DOP Avellana de Reus)
Con menos tendencia a enrancirse que las almendras y las nueces, a pesar de reclamar, también, que se la conserve en un ambiente seco y oscuro, ha experimentado una revifalla culinaria al sustituir, parcialmente, la almendra a las picaduras y los aliños de la cocina de la Cataluña Nueva. También se usa fuerza en pastelería, donde todavía es el acompañante principal del chocolate, a las baldosas. Hecha polvo y mezclada con mantequilla, constituye un buen acompañamiento para peces, crustáceos y carnes blancas. Esperad a probarla con estas albóndigas...
Albóndigas de pies de cerdo y avellana con sepia (DOP Avellana de Reos)
¡No habéis probado nunca unas albóndigas tan buenas! Lo mejor del mar y la montaña en estas bolas de carne con pies de cerdo, tocino y avellanas. Tendréis que hacer un sofrito de cebolla y fumet de pez de aquellos de mojar pan, que serviréis con sepia y salsa romesco, elaborada también con avellana DOP de Reos. Lleva su tiempo, puesto que también haréis un praliné de avellanas para conseguir una salsa líquida al fondo del plato. Mirad de acompañar las albóndigas y la sepia con unas avellanas garapiñadas, que le aportarán un toque dulce y crujiente al plato.
Brownie de pistacho con ganache de albaricoque Becky Lawton
Fruto de un árbol originario del Àsia menor (una región que, todavía hoy, es la productora principal) que llegó a la Mediterránea el siglo Y antes de Cristo, y que se esparció por toda la cuenca. Desapareció de la Península, donde los árabes lo cultivaban, al ignorar los reconqueridors este hecho y arrancar los pies machos, según ellos, improductivos. Hoy reintroduït como alternativa al almendro (hay cultivos en zonas del Segrià), por la resistencia a la secada, el fruto, denominado indistintamente pistacho (del árabe 'fústuq') o pistacho (del griego 'pistákion'), se ha hecho un lugar a la cocina y la repostería, en parte, por el color verde de la pulpa, que aparece al pelarlo, y, en parte, por la textura, que, cómo el resto de frutos secos, puede aportar tanto entero cómo picado o molido. Tostado y, generalmente, salado, es un aperitivo habitual.
Brownie de pistacho con ganache de albaricoque
Pues si, nos hemos propuesto hacer un brownie diferente, más dulce pero sin perder la esencia del original. Y es que el chocolate negro seguirá presente en el pastel, pero quedará matizado por los pistachos y por una ganache muy dulce de albaricoque, que visualmente le dará un color naranja amarillento que os enamorará al instante. Y es que es de aquellos postres que llaman la atención...
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