El 95% del peso de los calabacines es debido a las ingentes cantidades de agua que contienen, cosa que lo vuelven una hortaliza refrescante e hidratante, ideal para la época calurosa, que coincide con la temporada de la planta. A pesar de todo este líquido, el calabacín tiene muchos nutrientes, entre los cuales se destacan las vitaminas, antioxidantes y minerales que aportan valiosos beneficios a nuestro organismo:
- Fácil de digerir: debido a sus niveles de agua, el calabacín tiene una digestión rápida y fácil, siempre que se cocine de manera suave, ya sea al vapor, escaldado o, incluso, cruda.
- Propiedades diuréticas: es una fuente de potasio, y no tiene un nivel alto de sodio, de modo que favorece la eliminación del exceso de líquidos del organismo. De este modo, es recomendable comer calabacín en los casos de hipertensión, gota, cálculos renales o retención de líquidos.
- Efectos positivos sobre la vista: contiene luteína, un tipo de pigmento que hay en la retina y tiene la función de proteger las células receptoras de la luz del efecto oxidativo que provoca la misma luminosidad. Algunos estudios han demostrado que consumir hortalizas ricas en luteína puede reducir el riesgo de cataratas y degeneración macular.
- ¡Comed incluso las semillas!: las semillas contienen fibra muy saludable que suaviza y desinflama las mucosas del aparato digestivo, favorecen la flora intestinal, previenen o mejoran el estreñimiento, reduce la tasa de colesterol en la sangre y controla la glucemia. ¡Se tiene que aprovechar toda la hortaliza!
Cómo cocinarlo:
- Cocerlo poco tiempo: se recomienda cocer el calabacín durante poco tiempo, puesto que si hacemos una cocción larga, la hortaliza pierde el color y se vuelve amargante.
- Evitad hacerlo a la brasa o fritas: de este modo, eliminaréis todas las vitaminas hidrosolubles y saludables para el cuerpo, además de que corréis el riesgo de generar acrilamidas, que se tratan de sustancias cancerígenas.
- ¡Se cuece él mismo!: sus cantidades de agua hacen que, cuando está fuera de la olla, continúe cociéndose solo. Hay que sacarlo de la olla cuando todavía está un poco crudo, al dente.
- Comprad de cultivo ecológico: debido a que la mayoría de sus nutrientes se encuentran en la piel del calabacín, es normal que se quiera comer con piel. Sin embargo, recordad que hay cultivos que echan pesticidas a las hortalizas, sustancias tóxicas que quedan en la piel de los alimentos. Si compráis alimentos ecológicos, evitaréis este riesgo.