Muchos platos cogen el nombre de la persona que los creó por primera vez, pero también hay que son platos bautizados en recuerdo de personas de renombre. Para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, os hemos seleccionado cuatro recetas dulces y un cóctel que se conocen con un nombre de mujer. Son cinco propuestas que esconden detrás una historia escrita en femenino, y que se mueven entre reinas iracundes, que sufrieron la ira de la predilección paterna para tener un hijo varón, y bailarinas delicadas, que rompieron estereotipos en unas sociedades todavía muy cerradas.
Bloody Mary
Empezamos con un cóctel con una historia real y truculenta detrás. El nombre parece que hace referencia a María Tudor, única hija del matrimonio entre Enrique VIII de Inglaterra y Catalina de Aragón. Su padre, ansioso por tener un hijo varón que heredara la corona, la desposeyó del título de princesa y él se casó (y ejecutó) otras mujeres hasta conseguir el deseado heredero, que murió antes de tiempo. Finalmente, Maria consiguió reinar como Maria I de Inglaterra, a pesar de que el cóctel que os presentamos hace referencia al mote Maria la Sanguinaria ('Bloody Mary'), que le pusieron después de ordenar una feroz represión contra sus opositores y los protestans en general. El cóctel destaca por el marcado color rojo, que parece sangre, que es justamente el que inspira el apellido de este combinado de gusto soprendente.
Pavlova de fruites vermelles
La historia de la bailarina rusa Anna Pávlova, que dió nombre a un tipo de pastel a base de merengue, es mucho más romántica que la de la reina inglesa. De hecho, Pávlova rompió estereotipos y cambió por siempre jamás el ideal de las bailarinas, puesto que era delgada, de apariencia delicada y etérea, todo lo contrario de los cuerpos poderosos y musculosos que solían tener sus predecesoras. Su pieza de danza más famosa es La muerte del cisne. A pesar de que no hay dudas que estos postres fueron bautizados en honor suyo, la creación se la disputan tanto Nueva Zelanda como Australia. Sobre lo que no hay controversia es que és un postre —crujiente por fuera y cremoso y ligero por dentro— magistral, como los pasos de danza de la grácil Anna.
pastel sara Gemma Clofent
La gran actriz francesa del siglo XIX Sarah Bernhardt se recuerda en el sur de Europa, y de manera especial en la ciudad de Barcelona, con este dulce esponjós hecho con almendra tostada, bizcocho y crema de mantequilla. Con el apodo de la divina Sarah por su carácter excéntrico y caprichoso, la actriz también era perseverante y una gran profesional, como actriz y como promotora teatral. A pesar del glamour de la bohemia artística, la vida personal de Bernhardt no fue nada fácil ni de color de rosa. El pastel que le dedicaron, en cambio, es sumament dulce.
Carlota de maduixes
El origen del nombre de este pastel esponjós, hecho en base de melindros, se cree que podría venir de la reina Carlota, esposa del rey inglés Jordi III del Reino Unido, pero también hay la teoría que un chef francés adaptó la receta original, convirtiéndola en unos postres fríos rellenos de crema bavaresa, y lo rebautizó como charlotte à la parisienne, jugando con el nombre de la princesa Carlota Augusta de Gales. Años deprés, el mismo chef trabajó a las órdenes del zar ruso Nicolás y, entonces, hablaba de la receta como charlotte à la russe o charlotte russe, en honor a la zarina Carlota de Prúsia. Sea como fuere, este pastel —que no necesita horno y puede llenarse con crema, mermelada, frutas…— nos hará sentir miembros de la realeza del amantes de los postres.
Creps Suzette
Y acabamos con otro postre de nombre real, en este caso hablamos de la crep flambeada que el príncipe de Gales (Eduard VII) bautizó con el nombre de la hija pequeña de uno de sus acompañantes en una comida al Café París durante una visita a Montecarlo, a las postrimerías del siglo XIX. Se cree que al chef, nerviosos por tan solemne presencia, se le fue la mano añadiendo licor a la cocción de la crep, formándose llamas y flambeando el dulce. Un descuido que, a pesar de todo, resultó un éxito de sabor. Otras teorías dan como protagonista del nombre de la receta a la actriz Suzanne Reichenberg, que usaba Suzette como nombre artístico. Más allá de la dificultad de saber el origen real del nombre, la crep Suzette es mucho más fácil de hacer: sólo hacen falta unos pocos ingredientes: mantequilla, azúcar caramelizado, zumo y piel de naranja y un poco de Grand Marnier flambeado.
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