Los pescados azules que no pueden faltar en el cesto

El pez espada es un pescado elegante, ya que nada mucho y, por lo tanto, se mantiene continuamente en movimiento. No destaca, precisamente, por su contenido en proteínas, aunque son consideradas de alto valor biológico porque incluyen todos los aminoácidos esenciales. Tiene un nivel moderado de vitaminas, a pesar de que se debe señalar que es rico en vitamina A, que contribuye al mantenimiento, crecimiento y reparación de la mucosas, piel y otros tejidos del cuerpo.

En el momento de escoger un ejemplar de pez espada en el mercado, se debe tener en cuenta el estado de su piel, que debe ser brillante y húmeda. Como se trata de un pescado semigraso, se puede cocinar de manera sencilla sin añadir muchas grasas o salsas. Admite cocciones como a la parrilla, a la plancha o al horno.

Si el salmón se ha ganado una reputación mundial es, precisamente, por ser uno de los alimentos más saludables. Es una excelente fuente de proteínas, vitaminas, omega 3 y minerales como el magnesio, además de destacar por ser rico en calcio. Todas estas características las comparte en mayor o menor medida con otros pescados de la familia de los azules, pero el salmón es uno de los ejemplares más completos en esta variedad de beneficios.

Es un pescado ligero, saludable y buenísimo, razones por las que es muy utilizado en la cocina. Se recomienda, pero, prepararlo a la plancha, calentarlo o asarlo, siempre evitando freírlo, ya que las cocciones largas provocan la pérdida de las propiedades y beneficios del mismo pescado.

La sardina es uno de los pescados más populares del país, pues tenemos decenas de recetas en las que se utiliza como ingrediente principal. Los nutrientes que más destacan en las sardinas, además de los ácidos grasos omega 3, son las vitaminas y los minerales como el fósforo, yodo, hierro y magnesio. También se afirma que una ración de sardinas casi cubre el 100% de los objetivos nutricionales recomendados para la ingesta diaria de la población.

A pesar de que podemos encontrar sardinas en el mercado durante todo el año, su temporada va desde julio hasta noviembre. Por otro lado, admiten muchos tipos de preparaciones culinarias, aunque se debe tener en cuenta que pueden dejar mucho olor en la cocina según el método de cocción que queramos llevar a cabo.

No es un pescado que tenga una gran cantidad de nutrientes, pero el jurel destaca más bien por su alto contenido en proteínas. Esta característica lo transforma en un alimento ideal para los deportistas, pues permite la recuperación muscular. Por otro lado, también se debe señalar sus altos niveles de potasio, necesario para el funcionamiento del sistema nervioso.

La época ideal para comer jurel es entre el abril y el octubre. Se trata de un pescado con una textura muy suave, de modo que es perfecto para preparar en cocciones como al horno, a la plancha o en guisos. Sin embargo, se debe tener cuidado en el momento de limpiarlo y descamarlo, pues tiene un aguijón venenoso.

La caballa, como el resto de pescados azules, destaca por sus niveles de ácidos grasos omega 3, que aportan muchos beneficios al organismo. Sin embargo, también se debe señalar su alto contenido en vitaminas, sobretodo las del grupo B, que supera las cantidades presentes en carnes y huevos. Otros tipos de vitaminas que se encuentran en este pescado, por un lado, contribuyen al mantenimiento, crecimiento y reparación de mucosas, mientras que otros tienen efectos antioxidantes.

Tiene una carne blanca deliciosa y es muy versátil en la cocina, apta para hacer en diferentes preparaciones como en guisos, con cebolla, en escabeche o al horno. Se desaconseja en casos de gota o hiperuricemia, debido a sus niveles altos en purinas.

El atún es un pescado muy conocido mundialmente, siendo especialmente consumido en la cocina asiática. Nos aporta muchos beneficios al cuerpo, entre los cuales se destaca la disminución de colesterol y triglicéridos, contribuye al buen funcionamiento del sistema nervioso, previene y combate la anemia y ayuda a mantener la salud de nuestros huesos.

A pesar de esto, es un pescado que se encuentra en el punto de mira, ya que, con los años, puede acumular grandes cantidades de mercurio. Por lo tanto, se recomienda no comerlo muchas veces a la semana y puede tener efectos negativos en mujeres embarazadas y niños pequeños en desarrollo.

El verano es la época ideal para comprar bonito, pues solo lo encontraremos en el mercado desde junio hasta finales de octubre. Además de las mencionadas grasas omega 3 característicos de la familia de los pescados azules, contiene vitaminas importantes para el organismo y minerales esenciales como el potasio, el fósforo, el magnesio, el yodo y el hierro. Por otro lado, también protege los huesos, los dientes, mejora la inmunidad y tiene un efecto laxante suave.

Para aprovechar todos los beneficios del pescado, la mejor manera de comerlo es fresco o en conserva. Su carne es muy sabrosa, pero es posible que, en el momento de cocinarlo, quede seco. Para resolver esto, se recomienda prepararlo con tomate, marinado, a la parrilla o con cebolla con tal de que quede jugoso.

Muy consumidas en nuestro país, las anchoas también se encuentran en el grupo de pescados azules. A pesar de que tiene una menor cantidad de omega 3, comparada con otros ejemplares de la familia de los pescados azules, tiene otras características que las hacen necesarias en nuestra dieta. Es una fuente de proteínas de alto valor biológico y destaca la presencia de vitaminas, minerales, selenio, fósforo, potasio y hierro.

Hoy en día las podemos encontrar en el mercado de diferentes maneras: fresco, en conserva y en vinagre o aceite. Su gusto es potente, de modo que es ideal para dar un sabor fuerte a platos más ligeros y suaves como las ensaladas.