Los productos de temporada en mayo

La nectarina es una variante del melocotón que tiene la piel lisa y sin pelo. Formada en buena medida por agua, destaca por la presencia de vitamina C y carotenos. Es ideal para personas que tienen problemas de hipertensión o de estreñimiento. También es una fuente notable de antioxidantes.

Esta fruta de tono anaranjado, parecida al melocotón pero más pequeña, es originaria de Asia Central. Es conocida por sus propiedades astringentes, antiinflamatorias y antioxidantes. Es especialmente recomendable en el caso de los niños, puesto que contribuye a fortalecer su sistema nervioso y a hacer crecer sus huesos.

El 95% del calabacín es agua. Esto hace que sea una hortaliza muy hidratante, algo que es importante ahora que empieza a hacer calor de verdad. Es rico en vitamina C y vitamina B9, que interviene en la formación de los glóbulos blancos y rojos. Y si os preguntáis hay que usarlo en la cocina, os ofrecemos dos recetas imprescindibles: una crema de calabacín, deliciosa, y una tortilla de calabacín, un clásico en el mundo de las tortillas.

Se trata de uno de los alimentos más ricos en vitamina C. Además, estimula la secreción gástrica y provoca sensación de saciedad, de forma que os lo aconsejamos si tenéis previsto hacer dieta. Haced sanfainas y ensaladas o freídlos para utilizarlos como guarnición de un plato de carne. Uno de los productos con que combina mejor es el bacalao.

Después del otoño, los bosques nos dan una segunda oportunidad para disfrutar de la cocina de setas. La seta de san Jorge (o perretxiko) es uno de los exponentes de estas setas de primavera, igual que el rebozuelo, la colmenilla o la senderuela. Se puede poner a platos de arroz, pero si hay alguna receta en que estas setas son imprescindibles es el fricandó de ternera.

Si pensamos en judía verde, es inevitable no imaginarla como acompañamiento de la patata hervida. De todas maneras, esta hortaliza diurética y depurativa es mucho más que esto. Os dejamos tres propuestas: hacerlas con bechamel y gratinarlas, estofarlas con jamón y cebolla o utilizarlas como complemento de unos calamarsons.

Uno de los elementos imprescindibles de nuestras ensaladas es sin duda la lechuga. Se trata de un alimento con un alto contenido en agua y por lo tanto poco calórico, rico en vitamina A, C y E. Más allá de las ensaladas, podéis aprovechar las hojas más tiernas para añadirlas a un trinchado.