Las cerezas son frutas históricas que han sido cultivadas y degustadas por decenas de civilizaciones gracias a que su sabor ha fascinado a miles de personas. Más allá del sabor, estas frutas contienen muchas propiedades y beneficios que hacen que queramos consumir todavía más de estas perlas de dulzura. Sin embargo, hay que tener en cuenta según cómo se comen, puesto que pueden tener efectos que empeoran nuestro organismo.
Beneficios en el organismo:
- Antioxidantes: las cerezas, como bien lo indica su color intenso, contienen un tipo de antioxidante que afectan positivamente al colágeno y la elastina de las articulaciones. De este modo, se mantiene la elasticidad y funcionalidad de las venas y arterias. Incluso hay estudios que afirman que el consumo de cerezas podría atrasar la aparición de la arteriosclerosis.
- Elasticidad a la piel: sus propiedades no inciden sólo en las venas, sino que también se expande hasta las capas más externas del cuerpo humano. Las cerezas ayudan a mantener las funciones protectoras de la piel ante agresiones externas.
- Antiinflamatòries: otro de sus antioxidantes ayuda a bloquear unas encimas que intervienen en la aparición de la inflamación y el dolor. En otras palabras, previenen este daño.
- Naturaleza térmica: las cerezas son caloríficas y contribuyen a aumentar la energía vital del organismo. De este modo, son muy beneficiosas para tratar las condiciones de frío patológico tales como las personas frioleras, con frío a las manos, con la lengua blanquecina, con tendencia a tener diarreas, etc.
Efectos negativos:
- Pueden provocar problemas en las articulaciones y en los riñones: contienen un elemento llamado ácido oxálico, que si se junta con otros minerales, como el calcio, puede generar cristalizaciones en las articulaciones y cálculos a la vesícula biliar y en el riñón.
- ¡Cuidado con el hueso!: la semilla de la cereza tiene unas sustancias que se transforman en cianuro cuando se digieren. Si no se rompe el hueso, no pasará nada porque lo expulsaremos por las heces, pero hay que tener cuidado con los productos que utilizan el hueso picado para potenciar el sabor, puesto que puede llegar a ser tóxico para el cuerpo.