Ayuda ante los antibióticos. Cuando llega el frío y aparecen los resfriados, se tiende a tomar antibióticos. Estos medicamentos actúan contra las bacterias causantes de las infecciones de manera agresiva, y hasta pueden colateralmente eliminar las buenas bacterias que equilibran la flora intestinal. Consumiryogur ayuda a recuperar y proteger el intestino durante y después del consumo de antibióticos.
Buena digestión. Existen comidas que producen digestiones pesadas, sin embargo, los yogures son una gran ayuda para hacer que el proceso digestivo sea lo más ligero posible gracias a su alto contenido en bacterias y nutrientes esenciales.
Piel fuerte e hidratada. Los yogures aportan también grandes beneficios para la piel: contienen proteínas imprescindibles para mantener el cutis firme, alivia las tensiones que pueden afectar y causar acné, y previenen la aparición de arrugas. En definitiva, es un alimento que fortaleze la piel y la hidrata.
Tppings saludables. Es habitual ver tiendas que venden yogures cargados de toppings para añadir más sabor. En función de los que se elijan, el iogur puede pasar de ser una comida sana, a una nada saludable. Si el objetivo es cuidar la salud, la mejor idea será incluir complementos como muesli, frutas de temporada o frutos secos. Si se tienen ganas de chocolate, es ideal que sea puro y sin azúcares, y si se usa algo crujiente, que sea avena o cereales integrales, y no galletas o bizcochos.