Las habas no se han ganado el título de alimento tradicional para nada: se consumen desde hace décadas en la zona del Mediterráneo, sobre todo durante épocas de penurias. Hoy, forma parte de la cocina catalana, aunque con la modernidad se está perdiendo el arte de cocinar esta legumbre. Con la llegada de la primavera, os animamos a cocinar habas, pero antes, tendréis que conocer de qué tipos hay. Aquí os explicamos las variedades más populares del país:
Cosecha de primavera (marzo-mayo):
- Haba Aiguadolça: se acostumbra a cosechar entre abril y mayo, la vaina tiene 8 cm de longitud y 4 cm de anchura. La semilla es marrón claro de medida grande, 2,5 cm de longitud.
- Haba larga del País: sus granos son de color verde claro, es una planta muy productiva. Aguanta bien el frío.
- Haba Muchamiel: su semilla es de color marrón oscuro y no superan los 2 cm de longitud. Es recomendada para comer ahogadas o con guiso de cerdo, debido a la ternura del gra.
- Haba Reina Mora: semilla con un color lila oscuro, es de ciclo rápido. La cosecha se concentra durante un mes, abril o mayo en función del año. Haba tierna para comer ahogada o en guiso.
Elección y conservación:
- Elección: en el momento de comprarlas, se tienen que escoger las que tengan las vainas turgentes y crujientes, de color verde brillante. Se tienen que descartar las que se rompen cuando se doblan, puesto que es señal de que no están frescas. También se tiene que evitar las que tengan manchas marronoses a las vainas.
- Conservación: Se pueden conservar en la nevera de tres a cuatro días, aunque también se pueden congelar. Antes, pero, se recomienda escaldarlas: calentarlas dos minutos en agua hirviendo, dejar enfriar y ya serán aptas para congelar.
Cómo cocinarlas:
- Para evitar los antinutrientes: se tienen que cocer para reducir estas sustancias que pueden inhibir la digestión de la proteína.
- Para evitar las flatulencias: hay que cocerlas siempre con hierbas y semillas carminativas como el hinojo, el comino, el anís, la menta, el laurel... Se pueden hacer más digestivas si se añaden algas. Por otro lado, se tienen que masticar y ensalivar bien antes de tragarlas.
- Tiernas: Se recomienda el uso de las habas tiernas, puesto que las secas son más difíciles de digerir y necesitan todo un día de remojo.