POL LEIVA
14/08/2018Cocer, según el diccionario, es preparar un alimento mediante un proceso térmico modificando sus propiedades. Cocer un alimento es una operación que depende sobre todo de dos factores fundamentales: el tiempo y la temperatura, así que podríamos afirmar, de una manera matemática, que cocinar = tiempo x temperatura. Aparte de estos dos factores, intervienen otros que hay que tener en cuenta para que nuestro ingrediente escogido tenga una cocción adecuada, como por ejemplo la composición del ingrediente, su grosor, el medio de cocción escogido o la presencia de humedad.
Transformar los ingredientes, cocinarlos, es lo que nos hizo cambiar como especie, momento a partir del cual dedicamos menos esfuerzos fisiológicos a la digestión de los alimentos, a favor de un aumento de nuestra actividad cerebral. Ya sea mediante una brasa, un microondas o un moderno Ronner, cocinar los alimentos es una actividad que ha determinado la evolución humana y ha sido testigo de su progreso.
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Existen una serie de temperaturas clave, a partir de las cuales ocurren fenómenos de transformación en los alimentos. Éstas serían, por ejemplo:
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El tiempo de cocción dependerá directamente de la temperatura y del medio en el que se cocina el alimento, en un gradiente: cuanta más temperatura menos tiempo, y viceversa. Habrá que tener en cuenta el tipo de alimento que queremos cocer y qué tipo de cocción será la más adecuada; por ejemplo, no aplicaremos el mismo tiempo y temperatura a un bistec que a una pieza de carne más gruesa, que usaremos para estofar, o para un filete de pollo que para un muslo. Si queremos disfrutar de una pieza de carne poco gruesa, muy dorada y crujiente por fuera y tierna por dentro, la doraremos a temperatura bastante alta durante un tiempo entre 5 y 10 minutos, probándola si hace falta, puesto que, en la cocina, nuestra observación sensorial es clave por evaluar resultados.
Si por el contrario tenemos una carne dura, y con un buen grosor, y queremos que quede melosa, podemos aplicar bajas temperaturas durante un tiempo prolongado, en un medio con humedad, ya sea cubierto por un líquido o salsa, o bien envasado al vacío con elementos líquidos. Según los medios y resultados que tengamos, podremos cocer una pieza de carne durante dos horas a 70 ºC o bien a 60 ºC durante seis horas, con lo que obtendríamos una carne muy tierna.
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