Cómo hacer huevos de Pascua en casa

1. Cobertura de chocolate (negro, con leche o blanco).
2. Molde en forma de huevo (en estas fechas, lo podéis encontrar en cualquier tienda de 'gadgets' de cocina).
3. Pincel de untar de silicona.

Cuando tengáis todos los ingredientes, ya os podéis poner a trabajar. Con cinco pasos muy sencillos los tendréis a punto. ¡Tomad nota!

1. Deshaced el chocolate. La manera tradicional es en un baño maría muy suave, a pesar de que también lo podéis hacer en el microondas (eso sí, tenéis que bajar la potencia al mínimo y deshacerlo a intervalos de 2 a 1 minuto para evitar que se queme).
2. Pintad el molde del huevo, del centro hacia los extremos sin dejar ningún espacio en blanco, puesto que esto suponen puntos débiles de la figura y se podría romper más fácilmente.
3. Dejadlo reposar hasta que la primera capa de chocolate se haya secado (cuando paséis el dedo y no se ensucie) y volved a hacer otra capa siguiendo la misma dinámica que la primera.
4. Repetid este proceso hasta lograr el grosor deseado.
5. Cuando tengáis las dos mitades del huevo hechas y desmoldadas, se tienen que juntar. Podéis hacerlo de dos maneras: juntando las dos mitades con el chocolate sobrante, o bien calentando ligeramente una plancha o sartén y apoyando una de las mitades hasta que se funda el labio de la figura y juntarla con la otra.

Si no os salen bien a la primera, no os desesperéis. Volved a intentarlo y, en todo caso, seguid estos consejos:

• Nunca lo dejéis en la nevera mucho rato, puesto que el chocolate se humedecerá, perderá dureza y se romperá al sacarlo del molde. Dejad que él solo vaya cristalizándose.
• No lavéis el molde rascándolo con un estropajo; rayaréis la superficie y se verán pequeñas rayas en la elaboración final. Con agua caliente directamente del grifo el chocolate ya se va sin fregar.
• Después de lavarlo secadlo muy bien; el chocolate y el agua son malos amigos.
• Si queréis que vuestro huevo tenga un toque brillante, tenéis que templar el chocolate.
• La experiencia es un grado; así pues, si a la primera no os sale bien, ¡no os rindáis y volvedlo a probar!