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14/03/2018Del hinojo, como del cerdo, se aprovecha todo. Los tallos y las hojas se utilizan para aromatizar, y con los frutos y las semillas se hacen licores e infusiones medicinales, que favorecen la digestión. Pero aquí nos fijaremos sobre todo en el bulbo y en sus aplicaciones gastronómicas. Y es que esta hortaliza de marcado sabor anisado, que refuerza el sistema inmunológico y estimula los jugos gástricos, es ideal para hacer ensaladas y cremas o para acompañar platos, especialmente de pescado.
Ensalada de hinojo y manzana Becky Lawton
Si no paráis y no queréis caer en la tentación de la comida rápida, haceos esta ensalada, saludable y aun así muy sabrosa. La receta recomienda usar manzana roja, una variedad bastante dulce. Los amantes del gusto ácido quizás prefiráis las Granny Smith, de un verde intenso y muy utilizadas en ensaladas; si buscáis un término medio, optad por las Golden.
Crema de puerros e hinojo
El puerro pertenece a la misma familia botánica que el ajo y la cebolla. Seguramente su aplicación culinaria más célebre es la 'vichyssoise', que no deja de ser una crema de puerros con leche y nata. El sabor delicado y ligeramente dulce de esta hortaliza complementa con gran acierto el regusto anisado y un poco picante del hinojo.
Salmón con hinojo Becky Lawton
Esta es una propuesta muy refrescante, gracias al hinojo (del cual aprovecharemos los bulbos y unas ramitas frescas), las limas y las hojas de menta. También decoraremos el plato con quinoa, un cereal originario de la meseta andina que cada vez está más de moda. En este caso, usaremos la variedad roja, que es la que contiene menos grasas y más hidratos de carbono.
Para hacer esta receta, utilizaremos dos ingredientes, además del hinojo y la naranja, que conviene presentar. El primero es el ají, que era la manera con la cual los taínos (un pueblo precolombino de la zona caribeña) se referían al chile o la guindilla. El otro es el eneldo, también llamado 'avezón', una planta herbácea que tiene un perfume muy similar al del hinojo.
Tartar de cigalas con caviar de salmón
¡Atención! Este plato sólo es apto para paladares refinados. Combinad el sabor marino de la cigala y el caviar de salmón, la potencia implacable de la mostaza, la personalidad refrescante del hinojo y del limón, la dulzura reconfortante de la miel, la cremosidad suntuosa del queso fresco... ¡Y dejaos seducir por este maravilloso encuentro de sensaciones!
Ostrones del Delta de l'Ebre con puré de remolacha y aire de hinojo
Quizás os suena un poco complicado, esto del aire de hinojo. No lo es en absoluto: simplemente tenéis que licuar el hinojo y mezclarlo con la lecitina de soja en polvo. A partir de aquí, trituradlo y replegad el aire con una cuchara honda. Será el acompañamiento ideal para los ostrones, unos moluscos de carne muy fina y sabrosa.
Morro de bacalao con naranja
Empezaremos haciendo una reducción de naranja: ponemos en el fuego el zumo de dos naranjas y una cucharada de azúcar hasta que obtengamos la textura espesa de una salsa. Escaldamos los dados de hinojo, aliñamos el bacalao con vinagre y aceite y acabamos de montar el plato con unos gajos de naranja y un poco de olivada negra.
Dentón con ensalada tibia de hinojo
El dentón, denominado así por sus incisivos prominentes, es un pescado blanco que comparte familia con el sargo, la salpa o la dorada. En la ensalada tibia, ponemos, además del hinojo, zumo de naranja y de limón, pasas, piñones, alcaparras y cebolletas. Lo acompañamos con aceite de cinco especias, una por cada uno de los cinco sabores tradicionales: dulce, ácido, salado, 'umami' y amargo.
'Wrap' de pollo con azafrán con ensalada de rúcula e hinojo con aroma de naranja Food Photos / Cristina Rivarola
Una cuarta muestra del idilio entre la naranja, menos ácida que otras compañeras cítricas, y el hinojo. También recuperamos una idea que ya habíamos explorado en la primera receta de esta lista: la de hacer una ensalada con hinojo y manzana, que en este caso completaremos con rúcula, albahaca y menta.
'Gin-tonic'
Pues sí, ¡el hinojo también sirve para acompañar vuestro 'gin-tonic'! Es una receta compleja, eso sí. Por un lado, tenéis que hacer una gelatina con la ginebra, la tónica y el azúcar; por el otro, debéis preparar una espuma de yogur que habréis de dejar reposar entre 6 y 8 horas. Finalmente, ¡ya sólo os quedará montarlo, sentaros y disfrutar!
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