Consumido ya en la antigua Grecia, hace siglos que el cultivo de las frambuesas dejó de tener secretos. El paso siguiente fue hibridarlo, especialmente con frutos del bosque como por ejemplo la mora. De frambuesas hay bastantes variedades, a pesar de que las más populares son la roja y la negre, las dos ampliamente utilizadas en pastelería, pero también en la preparación de ensaladas, salsas y acompañamientos por carnes, aves y caza. Es muy sencillo, de hecho, argumentar que la frambuesa se encuentra entre los ingredientes más versátiles de todos: se usa en la preparación de mermeladas, confituras, compotas y jaleas, 'macarons', merengues, espumas y jarabes pero también en la elaboración de vinagretas, salsas y 'coulis', zumos, aguardientes e, incluso, cervezas.
'Macarons' de frambuesas
Hacer macarons es una tarea que necesita de una cierta destreza en el arte pastelero, a la vez que paciencia y técnica. Aún así, os lo podéis tomar como un ejercicio culinario bastante entretenido, manualidades con material comestible, con un resultado organoléptico sensacional, y un aspecto digno de 'boulangerie' francesa que enloquecerá a todos en casa.
Flamet con tostada de frambuesas
El protagonista principal de esta receta es un flan de huevo, sencillo y canónico, acompañado de un protagonista secundario con presencia de nuestros pequeños amigos silvestres de sabor ácido y dulce. Hacemos una guarnición dulce muy entretenida, disponiendo las frambuesas sobre una tostada en forma de coulis y en su forma genuina y natural, que podéis impregnar ligeramente con almíbar para dar una mejor presencia.
Semiesfera de frambuesas y fruta de la pasión Gemma Clofent
Para hacer esta semiesfera necesitaremos toda una serie de ingredientes especiales, como la albúmina y la instagel (gelatina en polvo) que los podéis encontrar en tiendas especializadas en productos culinarios texturizantes. Necesitaréis pasta de frambuesas para dar el sabor, a pesar de que lo podéis hacer triturando las frambuesas con azúcar y pasándolo por un colador de malla fino. El núcleo de la semiesfera se rellena con fruta de la pasión, que quedará en estado líquido cuando se descongele, estilo coulant.
Crumble de frambuesas y rosas Gemma Clofent
Los 'crumbles' son elaboraciones dulces típicas del mundo anglosajón, que se han hecho muy populares como elemento de los postres de todo el mundo, puesto que son un elemennt crujiente a incorporar, y con una textura terrosa que va muy bien para depositar bolas de helado y que no deslicen. Con la presencia del agua de rosas, el crumble aporta una categoría especial, también lo podéis hacer añadiendo alguna mermelada o un poco de zumo de naranja.
'Gratin' de pera y frambuesas
Una receta muy afrancesada, con buena presencia de frutas y otros elementos que lo acaban de perfumar, como el licor y el coulis de frambuesas. El gratinado es un tipo de preparación francesa, en la que la superficie de un plato o ingrediente se gratina, ya sea con queso, con huevo o mantequilla, así que podemos hacer guarniciones, postres o acabar productos como por ejemplo marisco, frutas o carnes.
Copa helada de frambuesas y pistachos
Para refrescaros y disfrutar de un postre dulce, ácido, cremóso, frío, crujiente probad de preparar este que os proponemos. Frambuesas, pistachos y lichis protagonizan esta receta, con una pequeña presencia de queso de cabra, que rellena las frambuesas. La receta la hacemos con las frutas liofilizadas, secadas, que concentran más sabor y son más crujientes, a pesar de que también podéis hacerlo con fruta fresca.
Pan de pellizco de frambuesas y helado de nata
Hacemos un bizcocho delgado, sobre el cual descansan las frambuesas impregnadas en un almíbar aromatizado con diferentes pimientas: rosa, de Sichuan y de Jamaica, que aportarán un perfume intenso pleno de matissos, más allá de un ligero picor. Acompañamos el bizcocho y las frambuesas con un helado de nata, que podéis animaros a hacerlo o bien comprarlo ya hecho. El conjunto es un postre muy fresco, perfumado y delicado.
Brownie de chocolate blanco con frambuesas Gemma Clofent
Para finalizar, un bownie muy original, hecho con chocolate blanco en vez de chocolate negro, acompañado de las frambuesas. El interior de un brownie queda suave y cremóso, sin empalagar, puesto que su origen viene de un bizcocho de chocolate al que no se le puso levadura por error, y no quedó esponjóso, si no melóso. También podéis introducir frutos secos, como por ejemplo nuevos o avellanas.
© Som * La cultura de tots. Todos los derechos reservados. C/ Premià, 15. 2a planta. 08014. Barcelona.
Con la colaboración de: