Preparación
- Poner un chorro de aceite de oliva en una cocotte y dorar los trozos de conejo y el hígado. Sacarlos de la cocotte y reservarlos.
- Añadir algo más de aceite, si hace falta, y sofreír la cebolla rallada con un poco de sal. Darle un par de vueltas y añadir los pimientos cortados en trozos pequeños y sofreírlo todo hasta que se empiecen a ablandar. Incorporar el tomate rallado y dejar que el sofrito se vaya haciendo a fuego lento, hasta que se quede casi sin líquido. El secreto de un buen arroz es hacer un sofrito muy concentrado, así que paciencia.
- Cuando el sofrito esté en su punto, volver a poner el conejo en la cocotte y añadir también los corazones de las alcachofas cortados en cuartos. Incorporar también el vino blanco y un vaso de agua.
- Con un mortero, picar el hígado del conejo junto con el diente de ajo y el perejil e incorporar la pasta resultante a la cocotte. Añadir también unos hilos de azafrán y un poco de sal. Dejar que todo el conjunto haga chup-chup durante 25 minutos.
- Incorporar el arroz y los guisantes y decidir si se quiere un arroz caldoso o seco. En el caso de quererlo caldoso, añadir cuatro veces el volumen de arroz en agua; en el caso de quererlo seco, con dos veces su volumen será suficiente. Una vez incorporado el líquido, rectificar de sal, dejarlo cocer a fuego fuerte 10 minutos y después bajar la potencia y que se cueza 8 minutos más. Finalmente, retirarlo del fuego y dejarlo reposar tapado 5 minutos antes de servir.