Preparación
- Separar las yemas de las claras. Batir las yemas con 50 g de azúcar blanco dentro de un bol que esté encima de una cazuela con agua caliente, pero no hirviendo, hasta que quede una masa muy blanca y espumosa. Añadir la harina.
- Aparte, montar las claras a punto de nieve. Si se han mezclado restos de yema, no se montarán. Cuando las claras estén muy duras, añadir 20 gramos de azúcar blanco y continuar batiendo hasta que se mezcle bien.
- Mezclar las claras con la mezcla de huevos, azúcar y harina, con cuidado para evitar que bajen.
- Poner la masa en una manga de pastelería.
- Cubrir una bandeja para ir al horno con silpad o papel sulfurizado y colocar tres tiras de masa de unos 4 x 1 centímetros. Espolvorear los bizcochos de soletilla con azúcar de lustre. Cuando se haya absorbido, volverlos a espolvorear.
- Ponerlos en el horno precalentado a 190 ºC, hasta que estén ligeramente dorados y tengan un aspecto perlado por la parte de encima. Servirlos fríos.