1. Para el crumble de almendra: mezclar todos los ingredientes juntos. Cubrir la masa resultante con papel film.
2. Enfriar la masa del crumble en la nevera un mínimo de 4 h.
3. Cuando esté fría, rallarla y colocarla en una bandeja para horno. Meterla en el horno a 180 ºC hasta que el crumble de almendra esté dorado.
4. Para el bizcocho brownie con pistacho: derretir la mantequilla y el chocolate. Una vez derretidos, mezclarlos con el azúcar.
5. Mezclar en un bol la harina de trigo, la sal y la levadura.
6. Batir la mezcla de chocolate-mantequilla con la mezcla de la harina, la vainilla, el agua y los pistachos hasta obtener una masa lisa y sin grumos (que sólo se noten los pistachos).
7. Verterla en dos moldes cuadrados y hornear a 150 ºC, 40 min. Reservar en la nevera.
8. Para la ganache de albaricoque: poner a hervir en un cazo el puré de albaricoque, la nata y el azúcar
9. Una vez hervido, añadir al chocolate y emulsionar con la ayuda de una batidora.
10. Dividir la ganache en dos y verter una parte sobre uno de los brownies.
11. Desmoldar la otra parte y ponerla sobre la ganache. Verter la otra mitad de la ganache encima de la segunda capa del brownie y reservaar en el  congelador.
12. Para el glaseado: hervir la nata, el agua, el brillo neutro y el colorante amarillo.
13. Una vez haya hervido, mezcladlo con el chocolate blanco y controláis que la temperatura esté a 45 ºC.
14. Finalmente, glasear el pastel y congelar un mínimo de 8 h.
15. Para servir, cortar a rectángulos y finalizar con un trozo de crumble de almendra en un lado.

CONSEJO

Es importante que el pastel se congele bien para obtener un corte perfecto.