Preparación
- Poner la leche y la mantequilla en un cazo al fuego, con una pizca de sal. Cuando la leche hierva y toda la mantequilla se haya fundido, añadir de una sola vez toda la harina tamizada y dejarlo cocer, sin parar de remover, hasta que la masa se separe de las paredes del cazo. Fuera del fuego, añadir un huevo y removerlo hasta que quede homogéneo. Así hasta añadir los tres huevos.
- Freír pequeñas porciones de la pasta en aceite caliente.
- Cuando estén todavía calientes, mojarlos con un poco de anís seco y rebozarlos con azúcar.