Café irlandés singularizado

Por Gemma Clofent

Tipo de plato Postres

Dificultad Baja

Raciones 4

Rápida y sencilla Vegetariana Sin
gluten

Ingredientes

250 ml de almíbar de leche
200 ml de crema de yogur
Crema de yogur
Cuando Alfons, economista, y Anna, periodista, se instalaron ahora hace 12 años en Campllong (Gironès), en la granja del abuelo (La Selvatana), poco se debían de imaginar que la conversión de las vacas convencionales en ecológicas les daría como resultado una leche tan buena como para elaborar una crema de yogur espectacular para disfrutar desde la vertiente gastronómica y alimentaria. Porque no es sólo yogur. Aparte de las dos bacterias benignas típicas de la acidificación del yogur, le añaden dos más. La leche ecológica, pasteurizada y acidificada 6 h a 36,5 ºC, y batida siguiendo métodos de la agricultura biodinámica y escurrida con ropa de algodón, da una cremosidad singular, sin necesidad de añadir leche en polvo, espesantes, proteínas de leche o natas.
100 ml de nata
Nata
A pesar de designar, en realidad, la materia grasa emulsionada (la crema) de la leche, que, al reposar, sube parcialmente a la superficie, el concepto 'nata' se suele asociar más con el resultado de montar esta crema en frío, a mano o a máquina, para incorporarle pequeñas burbujas de aire, que le dan esponjosidad. E incluso, a menudo, con el invento que hizo el mítico cocinero francés Vattel, batiéndola con azúcar en polvo y perfumándola con vainilla, para hacer lo que los franceses denominan 'chantilly'. A pesar de que, en 1931, Charlie Goetz empezó a experimentar con anhídrido carbónico y monóxido de nitrógeno para producirla de manera industrial e instantánea, no sería hasta 1948 que esta técnica sacó al mercado los primeros esprays de nata montada, que se han decantado por el segundo tipo de gas, puesto que el primero acidificaba ligeramente el resultado.
para montar
200 ml de café
20 g de azúcar
10 ml de vodka
Vodka
Originario de las costas de la mar Báltica (Rusia, Polonia y los estados bálticos) y emparentado con los primeros aguardientes de la cultura europea ('vodka' significa 'pequeña agua'), este destilado parece haber surgido de los largos inviernos, donde la destilación de los productos vegetales fermentados (granos e incluso patatas) permitía pasar el frío y el tiempo.

Bebida seca y sin mezcla, parece haber tenido como objetivo principal el grado alcohólico (los actuales se mueven entre los 32,5 y los 49 º), sin preocuparse de darle un sabor que, en todo caso, le conferían acompañamientos como el caviar. Por eso, el vodka no envejece en barricas o vasijas similares.

Hoy, muchos elaboradores han entendido que hay que conferirle estos elementos diferenciales, y no cuesta encontrar, en el mercado, variedades con toques de limón, frutas rojas, etc.
(yo he puesto anís seco)

Café irlandés singularizado

Ingredientes

250 ml de almíbar de leche
200 ml de crema de yogur
Crema de yogur
Cuando Alfons, economista, y Anna, periodista, se instalaron ahora hace 12 años en Campllong (Gironès), en la granja del abuelo (La Selvatana), poco se debían de imaginar que la conversión de las vacas convencionales en ecológicas les daría como resultado una leche tan buena como para elaborar una crema de yogur espectacular para disfrutar desde la vertiente gastronómica y alimentaria. Porque no es sólo yogur. Aparte de las dos bacterias benignas típicas de la acidificación del yogur, le añaden dos más. La leche ecológica, pasteurizada y acidificada 6 h a 36,5 ºC, y batida siguiendo métodos de la agricultura biodinámica y escurrida con ropa de algodón, da una cremosidad singular, sin necesidad de añadir leche en polvo, espesantes, proteínas de leche o natas.
100 ml de nata
Nata
A pesar de designar, en realidad, la materia grasa emulsionada (la crema) de la leche, que, al reposar, sube parcialmente a la superficie, el concepto 'nata' se suele asociar más con el resultado de montar esta crema en frío, a mano o a máquina, para incorporarle pequeñas burbujas de aire, que le dan esponjosidad. E incluso, a menudo, con el invento que hizo el mítico cocinero francés Vattel, batiéndola con azúcar en polvo y perfumándola con vainilla, para hacer lo que los franceses denominan 'chantilly'. A pesar de que, en 1931, Charlie Goetz empezó a experimentar con anhídrido carbónico y monóxido de nitrógeno para producirla de manera industrial e instantánea, no sería hasta 1948 que esta técnica sacó al mercado los primeros esprays de nata montada, que se han decantado por el segundo tipo de gas, puesto que el primero acidificaba ligeramente el resultado.
para montar
200 ml de café
20 g de azúcar
10 ml de vodka
Vodka
Originario de las costas de la mar Báltica (Rusia, Polonia y los estados bálticos) y emparentado con los primeros aguardientes de la cultura europea ('vodka' significa 'pequeña agua'), este destilado parece haber surgido de los largos inviernos, donde la destilación de los productos vegetales fermentados (granos e incluso patatas) permitía pasar el frío y el tiempo.

Bebida seca y sin mezcla, parece haber tenido como objetivo principal el grado alcohólico (los actuales se mueven entre los 32,5 y los 49 º), sin preocuparse de darle un sabor que, en todo caso, le conferían acompañamientos como el caviar. Por eso, el vodka no envejece en barricas o vasijas similares.

Hoy, muchos elaboradores han entendido que hay que conferirle estos elementos diferenciales, y no cuesta encontrar, en el mercado, variedades con toques de limón, frutas rojas, etc.
(yo he puesto anís seco)

Preparación

Mezclar el café, todavía caliente, con el azúcar y el licor. Congelarlo durante unas horas.
Mezclar el yogur con la nata montada.
En una copa de postres, distribuir por capas el almíbar de leche, la crema de yogur y el granizado de café.