Preparación
- Limpiar los calamares y retirarles la piel. Cortarlos en anillas no demasiado gruesas
- En un bol, mezclar la harina, el agua fría, el coñac, la sal, los huevos y un poco de bicarbonato. Mezclarlo hasta que quede una pasta semi líquida. Antes de rebozar las anillas de calamar, añadir un chorro de sifón.
- Enharinar las anillas de calamar y pasarlas por la pasta. Freírlas en una sartén con mucho aceite de oliva a 175 ºC, para que los calamares se frían de manera homogénea.
- Cuando los calamares estén dorados, sacarlos de la sartén y ponerlos sobre un papel absorbente para retirar el exceso de aceite. Servirlos enseguida para que no se enfríen.