Preparación
Preparación
- Para la masa: en un bol, con la punta de los dedos, mezclar la harina y la levadura con la mantequilla fría, cortada en dados, hasta conseguir una textura como si fuera arena. Añadir el azúcar y volver a mezclarlo. Poner el huevo batido y amasar hasta conseguir una masa homogénea.
- Engrasar y enharinar un molde de paredes bajas.
- Enharinar un poco la mesa de trabajo y, con la ayuda de un rodillo, extender la masa de forma que quede un grosor que sirva como base de pastel.
- Poner la masa sobre el molde. Apretar los bordes para que quede con forma de cazoleta. Pinchar la masa con un tenedor, taparla con papel de horno y cubrirla con garbanzos crudos. Pedir ayuda a un adulto para hornear unos 15 minutos, a 180 ºC.
- Para el relleno: con el túrmix, batir el resto de ingredientes: el requesón, la nata líquida y el azúcar. Cortar muy finas las hojas de menta y añadirlas, sin triturar, a la mezcla.
- Pedir ayuda a un adulto para sacar la masa del horno. Con mucho cuidado de no quemarnos, sacar los garbanzos y el papel de horno.
- Verter el relleno sobre la base cocida y cocerlo en el horno, a 150 ºC, 1 hora.
El consejo
- Para servir el flaó, se puede espolvorear un poco de azúcar en polvo y decorarlo con hojas de menta. También quedará muy bueno con mermelada por encima.
- El flaó son los postres típicos de Ibiza. Ahí siempre lo hacen con menta, que le da un toque muy fresco. De todas maneras, también se puede acabar con dados de manzana cocida o con trocitos de naranja o mandarina.