Preparación
- Separar medio litro de agua fría. Vaciar la gelatina en polvo en un bol, y del medio litro de agua fría sacar una tacita para disolver la gelatina.
- Verter el resto del agua en un cazo hasta que hierva. Retirarla del fuego y verterla en el bol con la gelatina ya disuelta. Remover bien.
- Añadir al bol las dos bolsitas de infusión y el edulcorante y dejarlo reposar un rato. Mientras tanto, lavar la mitad de las fresas, cortarlas en láminas y espolvorear con un poco de edulcorante.
- Cuando la infusión esté lista, distribuir con la ayuda de un cucharón un poco del líquido a cada molde, añadir las fresas cortadas y ponerlas en el congelador para que cuajen más rápidamente, durante unos 20 minutos. Cuando hayan cuajado, añadir el resto de la gelatina y dejarlas reposar unos 10 minutos en el congelador.
- Colocar los vasos en la nevera hasta que acaben de solidificarse. Cuando ya estén muy sólidos, verter cada molde en un plato con la ayuda de un cuchillo y decorarlo con unas fresas frescas.