Preparación
- Cortar la calabaza en dados pequeños y cocinarla en papillote en el horno durante 30 minutos a 200 ºC.
- Triturar la calabaza y la leche condensada con el túrmix. Tiene que quedar una crema espesa. Verterla en un recipiente y ponerla en el congelador. Un rato antes de comerlo, sacar el helado del congelador y dejarlo en la nevera para que coja una textura más cremosa.
- Consejo: si tenéis Thermomix, se puede verter la crema en una cubitera. Una vez helada, sacar los cubitos y triturarlos con el robot para deshacer los cristales de hielo. Verterlo en un recipiente y volverlo a poner en el congelador. De este modo, la textura del helado es mucho más cremosa (yo lo hago así y queda mucho mejor).