1. Para las saetas: en un bol, poner el agua y la leche, y deshacer la levadura. Incorporar la harina pasada por la criba, el aceite y la sal. Trabajarlo hasta conseguir una masa que no se enganche en las manos, hacer una bola y dejarla en un lugar cálido durante una hora, dentro de un bol tapado con papel film, hasta que fermente y doble el volumen.
2. Calentar el horno hasta 190 ºC. Mientras tanto, extender la masa muy fina. Usar una máquina de extender pasta, dándole forma de triángulos alargados, como si fueran saetas.
3. Colocar los triángulos en una bandeja de horno sobre silpad, pintarlos con aceite y espolvorearlos con azúcar.
4. Hornearlos 7 minutos a 190 ºC, hasta que estén dorados y crujientes. Reservarlos.
5. Para el melón horneado: en otra bandeja de horno, poner el melón en forma de bolas, usando un utensilio específico. Hacerlo cocer 3 minutos a 220 ºC, retirar la bandeja, espolvorearlo con los 25 gramos de azúcar moreno y hornearlo 2 minutos más.
6. En un cazo, reducir hasta el punto de jarabe espeso el vino con los 50 gramos de azúcar moreno.
7. Montaje: en el fondo de la copa, poner una buena cucharada de cuajada y, encima, repartir las bolas de melón, muy mojadas con el jarabe de vino dulce y el azúcar.
8. Remover las copas con las saetas de coca de cristal.