1. Lavar las moras con agua y ponerlas en la cazuela con el azúcar y los zumo del limón. Taparlo y dejarlo macerar en la nevera hasta el día siguiente.
2. Poner la cazuela donde hay las moras a fuego fuerte y removerlo bien, hasta que el azúcar se haya deshecho.
3. Bajar un poco el fuego y, cuando empiece a hervir, retirar la espuma que se forma, para asegurar que la mermelada no se echa a perder después de envasarla.
4. Cuándo hayan pasado 15 min de cocción, retirar las moras con cuidado y reservarlas en un bol. Dejar hervir el zumo solo, sin las moras, hasta que espese (10 min, como máximo).
5. Mientras tanto, triturar las moras con la bateadora y añadir el puré resultante a la cazuela con el zumo espesado. Removerlo bien, hasta que quede todo muy integrado. Si la mermelada no os ha quedado muy espesa, añadir algo más de azúcar (1/2 vaso) mezclado con el algarrobo.
6. Apagar el fuego y dejarlo reposar un rato. Preparar los botes y las tapas (previamente lavados en el lavaplatos) para esterilizarlos, y llenarlos. Taparlos y ponerlos en una olla con agua hierviendo, 20 min, para hacer el vacío.