Preparación
- Hidratar la gelatina en agua fría abundante, 10 min. Escurrirla y secarla con papel.
- En un bote, calentar el agua con la miel y la gelatina, sólo hasta que se disuelva, sin removerlo mucho, para evitar que se hagan burbujas. Reservarlo.
- Usar un tofu de textura suave y delicada, cortado en dados de 3 x 3 cm. Ponerlo en una bandeja plana con papel sulfurado y congelarlo.
- Disponer de moldes de acero inoxidable con forma de cubo, de 4 x 4 x 4 cm. Cubrir con film todos los lados del cubo, tirando y haciendo varias vueltas, para que quede muy firme y no se pueda escapar el relleno.
- Poner los moldes en una bandeja plana y abrirlos por uno de los lados para llenarlos. Poner 10 g de gelatina de miel en cada molde y refrigerarlos para que se gelifiquen.
- Cuando la base esté gelificada, poner los cubos congelados de tofu en el centro de cada molde, equidistanto de las aristas. Cubrirlos con un poco de gelatina de miel, para fijar el cubo de tofu a la base. Refrigerarlos hasta que se gelifiquen.
- Cubrir los moldes con la gelatina de miel y tapadlos. Refrigerarlos hasta que se gelifiquen, al menos 2 h.
- Cuando estén gelificados, retirar el film de los moldes y, con una punta, levantarlos por los lados, para sacarlos del molde, con mucho cuidado para mantener la forma de un cubo perfecto.
- Para acabarlo, añadir por encima un chorrito más de miel.