Preparación
- En una olla, poner los mejillones, muy limpios y raspados. Añadir cinco cucharadas de agua y dejar poco tiempo en el fuego (4 min). Escurrir y reservar el caldo, colado muy fino.
- Separar los mejillones de las conchas, evitando que queden restos de fibra en el interior del marisco. Reservar escurridos a la nevera.
- Mezclar 200 ml del caldo de los mejillones con las dos hojas de gelatina, remojadas y fundidas a fuego suave.
- Verter en un recipiente no muy grande, para obtener unos dados de gelatina de 1 x 1 cm.
- Triturar bien finos los ingredientes de la salsa y reservar en la nevera.
- Cocer las láminas de pasta wonton 2 min en abundante agua hirviendo con un chorro de aceite y una pizca de sal. Enfriar y extender sobre la mesa de trabajo.
- En un bol grande, mezclar con delicadeza los mejillones, los dados de gelatina de agua de marisco, los dados de tomate, la albahaca, las aceitunas, el pepino, los rábanos y las alcaparras picadas. Aliñar con un chorrito de aceite de oliva y un poco de sal y pimienta, y repartir sobre las placas de pasta. Antes de cerrar la pasta, poner un poco de requesón. Cerrar las placas dándoles una forma bonita, como si fueran canelones o raviolis, y reservar en la nevera, en una bandeja.
- En el momento de presentar la bandeja en la mesa, napar la pasta con la salsa y poner las hojas de albahaca por encima.