1. Para la base: triturar las galletas. Añadir la mantequilla fundida, un hilo de leche y mezclar bien hasta que quede una masa firme y homogénea. Extenderla bien por toda la base de un molde desmoldable de unos 26 cm.
2. El procedimiento para cada capa es el mismo: poner en un cazo el chocolate negro troceado, 75 g de azúcar, 250 ml de leche, 250 ml de nata, un sobre de cuajada y calentar sin que llegue a hervir (90 ºC, aproximadamente), removiendo bien para que no se enganche el chocolate (como si preparáramos chocolate a la taza).
3. Verterlo en la base de galletas y hacer la segunda capa, como antes, pero ahora con el chocolate con leche y 50 g de azúcar (el resto, igual que antes). Verterlo sobre la capa de chocolate negro con cuidado para que no se mezclen y hacer la tercera capa, ahora con el chocolate blanco y 25 g de azúcar.
4. Ponerlo en la nevera y dejarlo cuajar (es mejor prepararlo el día antes). Decorar al gusto y servir frío de nevera.