1. Para la plancha de bizcocho: separar las yemas de las claras.
2. Batir las yemas con la mitad del azúcar, hasta que doblen su volumen.
3. Montar las claras con el resto del azúcar y añadirlas suavemente a las yemas (a mí me gusta reservar una tercera parte de la clara para añadirla al final, después de la harina).
4. Añadir la harina tamizada, el resto de clara y extenderlo bien sobre un papel de horno.
5. Cocerlo unos 8-10 minutos a 200 ºC.
6. Sacarlo del horno y girarlo sobre un papel de horno espolvoreado con azúcar de lustre (para que no se enganche). Desenganchar el papel de horno usado para cocerlo (que ahora está en la superficie) y recortar los bordes para cuadrarlo. Enrollar la plancha de pan de bizcocho para que coja forma y reservarla.
7. Para el almíbar: hervir el agua y el azúcar durante 5 minutos. Sacarlo del fuego y dejarlo enfriar.
8. Para la crema pastelera: disolver la Maizena con un chorro de leche fría.
9. Mezclar las yemas con la Maizena diluida en la leche.
10. En un cazo al fuego, poner el resto de la leche con el azúcar. Cuando empiece a hervir, verterlo sobre las yemas y mezclarlo.
11. Volver a poner la crema en el fuego, removiéndola sin parar. Cuando empiece a hervir, sacarla del fuego y dejarla enfriar.
12. Montaje: desenrollar el bizcocho y, con un pincel, emborracharlo con el almíbar.
13. Esparcir la crema pastelera por toda la superficie y enrollar el bizcocho.