1. Fundir la mantequilla y, mejor, clarificarla.
2. Picar los frutos secos y mezclarlos con el azúcar, la canela y el clavo de olor.
3. Extender una lámina de pasta filo y pintarla con mantequilla. Poner una segunda capa de pasta filo y volverla a pintar con mantequilla.
4. Repartir por encima los frutos secos, dejando un dedo de margen alrededor. Doblar este margen y tapar toda la superficie con una lámina de pasta filo pintada con mantequilla. Poner una segunda capa de pasta filo.
5. Enrollarlo todo, pintar la superficie con más mantequilla y cortar rodajas de 2 centímetros de grueso. Extender las rodajas sobre una bandeja de horno y cocerlas a 180 ºC, hasta que se doren.
6. Para el almíbar, poner en un cazo al fuego la miel, el zumo de limón y el agua. Cuando empiece a hervir, dejarlo un par de minutos hasta que coja consistencia. Dejarlo enfriar.
7. Bañar los saragli justo al salir del horno, cuando todavía estén calientes. Dejarlos enfriar y ya se podrán servir.