Preparación
- Para la trufa: poner la nata a hervir y, cuando lo haga, echarla encima de las dos coberturas de chocolate, rotas en trocitos. Ir mezclando despacio, hasta que el chocolate esté fundido, y reservarlo en la nevera para que quede la trufa compacta. Una vez fría, hacer bolas de 10 g, más o menos, y reservarlas en el congelador.
- Para la sopa de chocolate blanco: poner la nata, la miel y el agua en un cazo a fuego bajo y, cuando empiece a hervir, parar el fuego y echar la mezcla de chocolate blanco. Dejarlo fundir, triturarlo y reservarlo en la nevera.
- Para la tempura de buñuelos: mezclar la harina de tempura, con el agua, muy fría, y el huevo.
- Poner el aceite a freír en el fuego. Pasar las bolas de trufa congeladas por la tempura de buñuelos y echarlas en el aceite al rojo vivo, dejando que se frían bien: que quede la pasta crujiente y la trufa de chocolate líquido por dentro.
- Servir la sopa, triturada para que quede muy fina, y, encima, los buñuelos acabados de freír, rebozados con azúcar de lustre. Opcionalmente, añadir un poco de chocolate blanco y negro rallado encima.