Preparación
- Cortar las fresas en dados muy pequeños, tan pequeños como sea posible. Repartirlas por las copas de servir y verter un poco de zumo de naranja sanguina a cada una. Reservar en la nevera.
- En el momento de servir, colocar una bola de helado sobre las fresas, de manera que simule una yema de huevo cruda.